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La Magia de la Cerámica: Mi Viaje de Aprendizaje y Creación


Quiero compartirles hoy la hermosa experiencia que he estado viviendo a través del aprendizaje del uso de la cerámica. Este arte milenario me ha permitido descubrir una conexión profunda con los materiales y los procesos creativos. Desde el primer contacto con la arcilla hasta la revelación del producto final, cada paso es un descubrimiento lleno de magia y transformación.


El Inicio: La Arcilla

Todo comienza con la arcilla, una masa informe y blanda que, a primera vista, puede parecer simple y sin vida. Pero, en realidad, la arcilla está llena de posibilidades. Al tocarla por primera vez, sentí una conexión inmediata, como si mis manos pudieran darle forma a cualquier idea que tuviera en mente. Moldearla requiere paciencia y creatividad, y es en este proceso donde se empieza a vislumbrar el potencial de lo que será una pieza única.


La Transformación: El Biscocho

Una vez que la pieza ha sido moldeada, llega el momento de su primera transformación: el biscocho. En este paso, la pieza se cuece por primera vez en el horno, eliminando el agua de la arcilla y solidificándola. Ver cómo la arcilla blanda se convierte en un material sólido y resistente es fascinante. El biscocho es como el lienzo en blanco del ceramista, listo para recibir colores y diseños.


La Creatividad: Pintar y Dibujar

Con el biscocho listo, el siguiente paso es darle vida y color. Pintar y dibujar sobre la cerámica es una forma de expresión artística que me ha permitido explorar mi creatividad de maneras que nunca imaginé. Cada trazo y cada pincelada cuentan una historia, y es increíble ver cómo una pieza puede transformarse con solo agregarle un poco de color. Aquí, la cerámica comienza a reflejar no solo la técnica, sino también la personalidad y el estilo del creador.


El Toque Final: La Revelación del Horno

Finalmente, llega el momento más esperado: la cocción final. Esta segunda horneada no solo fija los colores y los diseños, sino que también revela la forma y el color final de la pieza. Es un proceso lleno de expectativa y emoción. Abrir el horno después de la cocción es como abrir un regalo, lleno de sorpresas y maravillas. La pieza final es un testimonio del viaje de transformación que ha recorrido desde que era arcilla hasta convertirse en una obra de arte.


Reflexión Final

Aprender a trabajar con cerámica me ha enseñado mucho más que técnicas y procesos. Me ha mostrado la belleza de la transformación y la importancia de la paciencia y la dedicación. Cada pieza que creo es una parte de mí, una expresión tangible de mis ideas y emociones. Este viaje ha sido realmente hermoso y estoy emocionada  por seguir explorando todo lo que el mundo de la cerámica tiene para ofrecer.






 
 
 

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