Mis obras nacen de la admiración y la observación por la naturaleza femenina en todo su espectro. La sensibilidad, el movimiento, color y fluidez, sus pasiones, sus secretos y sus verdades, inspiran cada una de las pinceladas de mis retratos.

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En este camino he aprendido a reconocer la belleza en diferentes etnias, colores y culturas. He explorado la aplicación de diferentes materiales y elementos, para lograr nuevas texturas, interviniendo con sus variados tamaños y formas.

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En los colores  vibrantes de mis obras reside la intensidad, la vividez de la naturaleza, el agua, las hojas, las flores y la luz del sol, además de algunos elementos triviales que van escribiendo una historia, inspirando y permitiendo así el nacimiento, el desarrollo y la aparición de cada uno de estos auténticos retratos.